Como desees...


...y fueron felices ¿?- pregunté inquieta.

"Dicen que todo lo que nosotros estamos buscando, también nos busca a nosotros y que, si nos quedamos quietos, nos encontrará.
Es algo que lleva mucho tiempo esperándonos.
En cuanto llegue, no te muevas...ya verás lo que ocurre a continuación"-dijo Clarissa.

-Sí, pero qué pasará después, cuando aparezca la mujer esqueleto...y si no se atreven a abrazarla...-mientras preguntaba, flotaba en mi memoria el fantasma de ese espectro que tantas veces se me había aparecido.

-Una parte de todas las mujeres y de todos los hombres se niega a saber que en todas las relaciones amorosas, la Muerte también tiene que intervenir...amar significa permanecer al lado de alguien.Significa salir de un mundo de fantasía y entrar en un mundo donde es posible el amor duradero, cara a cara, hueso a hueso, un amor hecho de afecto. Amar significa quedarse cuando todas las células gritan:"Echa a correr"-respondió la mujer salvaje.

-Querida Clarissa, siempre te escucho con atención y procuro integrar lo que me dices, intento recordar que soy la que sabe...pero a veces creo que no he aprendido nada-le respondí.

-La ignorancia es no saber nada y sentirse atraído por lo bueno.La inocencia es saberlo todo y seguir sintiéndose atraído por lo bueno...¿Quieres saber cómo termina el cuento?


-Síiii.


-Fueron felices.


-¡Bien!


(conversación imaginaria con Clarissa Pinkola,


variaciones sobre su texto Mujeres que corren con los lobos)


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